sábado, julio 10, 2004
Promesas
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Cuando niñas, prometíamos cosas entre nosotras que muchas veces no lo cumpliamos y no pasaba nada, pero si un adulto nos prometía cosas eso era la mayor de las frustaciones, y hasta muchos después de adultos cargan con ese pesar hoy día, ya sea como escusa o como razón de porque el comportamiento, a la defensiva, ante un acto que se promete y no se cumple. Por eso ¿Qué hacer?, la respuesta es disfrutar lo que se tiene, lejos de la esperanza, de lo que "podría ser", de las quimeras, someternos al aquí y ahora de manera consistente.
Disfrutar y aprovechar de manera intensa y penetrante cada momento. Gozar lo que somos y lo que tenemos, momento tras momento
Cuando niñas, prometíamos cosas entre nosotras que muchas veces no lo cumpliamos y no pasaba nada, pero si un adulto nos prometía cosas eso era la mayor de las frustaciones, y hasta muchos después de adultos cargan con ese pesar hoy día, ya sea como escusa o como razón de porque el comportamiento, a la defensiva, ante un acto que se promete y no se cumple. Por eso ¿Qué hacer?, la respuesta es disfrutar lo que se tiene, lejos de la esperanza, de lo que "podría ser", de las quimeras, someternos al aquí y ahora de manera consistente.
Disfrutar y aprovechar de manera intensa y penetrante cada momento. Gozar lo que somos y lo que tenemos, momento tras momento
Comments:
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Muy buena reflexion. No es nada grato, ni mucho menos sano vivir de promesas. Si hay algo que me disgusta muchisimo es que me prometan cosas que nunca se cumplen, por eso prefiero vivir el momento. Si algo viene despues, pues perfecto, llego por añadidura.
Así es amiga, hay que vivir cada momento y no aferrarse a las promesas, hacen daño, si no se cumplen
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