domingo, julio 18, 2004
Me parece igual a los dioses
Lo que a mí el corazón en el pecho me arrebata;
apenas te miro y entonces no puedo
decir ya palabra.
Al punto se me espesa la lengua y
de pronto un sutil fuego me corre
bajo la piel,
por mis ojos nada veo,
Los oídos me zumban,
me invade el frío sudor y toda entera
me estremezco,
más que la hierba pálida estoy,
y apenas distante de la muerte
me siento, FELIZ
apenas te miro y entonces no puedo
decir ya palabra.
Al punto se me espesa la lengua y
de pronto un sutil fuego me corre
bajo la piel,
por mis ojos nada veo,
Los oídos me zumban,
me invade el frío sudor y toda entera
me estremezco,
más que la hierba pálida estoy,
y apenas distante de la muerte
me siento, FELIZ
Comments:
<< Home
Calidamente inspirador, y utilizo ese adjetivo porque todo el poema me regresa a esa idea tan francesamente bienvenida de la "petite morte". Salud y saludos, que la vida deje de sernos leves.
Es la descripción de lo que sientes cuando algo te gusta demasiado, como debe sentirse con la muerte, gracias maría por estar aquí
Publicar un comentario
<< Home